Apresurados vamos buscando la felicidad . Buscando "eso" que resolverá nuestros problemas y acabara con el sufrimiento. Pero si no conocemos la felicidad, la paz, el amor, "eso"...¿Cómo sabremos cuando lo hayamos encontrado? ¿Cómo reconocerlo? ¿Cómo estar seguros que no es una proyección de nuestra mente, del "yo"? Porque lo que encuentre al final de mi búsqueda puede ser, nada más y nada menos, que una proyección hecha, construida por la imperante necesidad de encontrar. Un juego de la mente. ¿Puede "eso" encontrarse? ¿Es la felicidad, la paz, "eso", Dios etc. ser encontrado?Y por que no detenerse un momento a respirar, a observarnos a nosotros mismos. A tomar conciencia. Por que si "eso" fuera el resultado de una búsqueda las religiones deberían ser el punto final al sufrimiento. El sufrimiento tendría que terminar.
Sin embargo no ha sido así. Estamos llenos de religiones, de creencias. Decenas de dioses, deidades, sacerdotes...¿Y que ha pasado con la humanidad? Todo permanece igual. El sufrimiento persiste. La guerra no sea. La violencia.
Entonces, parece importante detenernos a observarnos. A cuestionarnos el camino que hemos tomado, que seguimos tomando.
